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lunes, 30 de mayo de 2011

El “PepTeam” sigue haciendo historia.






Es cierto que para que un equipo disponga de su sello inequívoco de estilo propio, ha de haber transcurrido un periodo de tiempo lógico que afirme y consolide tal adjetivo.



 El Barça que dirige Pep Guardiola desde el 2008, ha demostrado con creces que dispone de todos los mecanismos para etiquetarlo como un equipo que tiene muy clara su forma de jugar: en defensa, en ataque, en las transiciones, en acciones a balón parado, en su filosofía, en su concentración, en su manera tan especial de vivir el juego, las situaciones … …

Está claro que se han dado una serie de factores favorables y que no han sido escogidos al azar. El trabajo metódico de años atrás en el club azulgrana, ha querido que se sepa gestionar bien dando un resultado excelente. A la suma de una generación grandiosa en cuanto a jugadores de talento, se han ido incorporando futbolistas con perfiles que encajan perfectamente con la filosofía aplicada.

A todo esto, la aparición en escena de un gran gestor de grupos humanos, Pep Guardiola, ha añadido una dosis fundamental para ensamblar todas las variables del juego y de su entorno. Ha creado un equipo de futbol con una idea clara, concisa, concreta, …  lo ha convertido, con el paso del tiempo, en un equipo grandioso y que ya está escribiendo una parte importante de la historia del futbol.

 Tenía preparado un artículo con los datos técnicos, tácticos y estratégicos del último partido que hemos podido saborear, la final de la Champions League, pero lo he aparcado para entrar en una valoración mucho mas artística y romántica.

Vimos un partido, en donde el arte ha sido lo que ha predominado en el juego. La plasticidad de todas las acciones ejecutadas, hacen que tengamos todavía en la retina, imágenes de auténtico insulto futbolístico sobre un terreno de juego. Insultante.

Hay que tener en cuenta que delante tenía a todo un poderoso Manchester United, plagado de grandísimos futbolistas con perfiles que asustarían a cualquier rival: toque, pegada, velocidad, desborde, fuerza, poderío físico, … …No era tarea fácil, sobre todo con la estrategia con la que habían salido a disputar el partido. Los primeros diez minutos fueron de auténtico acoso y el FC Barcelona no podía desplegar su ya clásico estilo.

Para poder contrarrestar este problema, sabedores de esta salida del rival, en vez de dudar, en lugar de atenazarse, decidieron apostar por diferentes variables, claro está, planeadas en la estrategia del partido. Estaban preparados para que no les sorprendiera el planteamiento defensivo de su oponente.

El Manchester apretaba arriba, los centrales del Barça, muy abiertos para salir jugando, eran presionados para anular su ya sabida progresión. La salida de Xavi, muy vigilada, siempre tenía un rival cerca. Aparecía por detrás Iniesta para buscar espacios y llevar la pelota arriba. Messi como teórico delantero centro, pero bajando a zonas intermedias de elaboración dejando un costado libre para la incorporación de un lateral. Villa basculaba al centro del ataque para que ese espacio quedara claramente en posibilidad de ser ocupado por sorpresa por un compañero desde muy atrás, en velocidad. En definitiva una clave claramente estudiada y establecida.

Yo me quedo con algo mucho mas romántico, como comentaba anteriormente, algo mágico que fue lo que hipnotizó al rival. La calidad de estos futbolistas, unido a su tremenda capacidad de implicación, conocedores de su principal virtud, empezaron a manejarla con soltura y arte: EL PASE. Uno o dos toques, escapando del rival, buscando espacios para poder jugar, distraer, progresar, … Un arte al que muy pocos pueden acceder dada su complejidad, en la ejecución, pero sobre todo en la interpretación para seguir jugando con la posesión de la pelota.

Este equipo tiene un alto compromiso en ese estilo, maneja el aspecto técnico para convertirlo en su arma táctica mas letal. Movilidad, búsqueda de espacios libres para la conservación del balón, por ridículo que pudiera parecer la posesión de balón en zonas en donde no había un peligro definitivo. Este arte hizo que su enemigo fuera doblegando en su intento, decayó su  capacidad física corriendo detrás de la pelota, detrás del contrario, hizo que cayeran en esa hipnosis, que en ocasiones hizo que pareciera que eran auténticos colegiales delante de jugadores expertos. Resulta muy complicado quitar el balón a auténticos virtuosos del pase, a virtuosos del uno contra uno y a un grupo totalmente comprometido con su idea.

Es muy difícil jugar a un equipo como el Barça. Quitarles la bola es misión imposible. Podría existir un equipo que aplicara altas dosis de concentración, de implicación y de ver mas allá de la primera jugada, porque el equipo de Pep, tiene tantas soluciones que hace que el contrario tenga que ser mas inteligente en el juego y anticipe mucho antes esas decisiones, pero para eso, debería aparecer en escena otro equipo con las cosas tan claras como las tiene el equipo catalán. Un EQUIPO, en el amplio sentido de la palabra, que también tuviera una genética similar para poder contrarrestar ese juego. Un equipo, capaz también de conservar el balón con ese arte inteligente, pero también, con la mordacidad de recuperarlo rápido y acosar al instante de perderlo para tenerlo otra vez.


De esta forma hicieron que su rival cediera poco a poco, que se sintiera incómodo a pesar de haber empatado el partido y meterse en la final con opciones de levantar la copa. El juego de toques en corto para distraer, conservar, progresar y engañar después con un cambio de ritmo de juego vertiginoso, colectivo, individual, … …  hizo que los amantes del futbol pudiéramos disfrutar de un partido precioso en el que todo lo que hacían pareciera que era un juego de niños, unos niños que han ido creciendo y madurando juntos y unos niños que explotan su estelar descaro.

Hemos acabado otra temporada futbolística en donde se ha confirmado la aparición definitiva en la historia de este grupo humano y futbolístico, un grupo, un equipo, un estilo, que ya va a entrar en la leyenda y que será recordado para siempre.


Somos afortunados en esta parte de la historia de poder disfrutar y vibrar con este juego, un juego que presume que va dar mucho mas que hablar todavía, la juventud de la mayoría de la plantilla lo confirma. Un relevo generacional pausado y mimado, puede seguir dando estos frutos, pero de momento hay cuerda para rato, para seguir escribiendo una página importante en la Historia del Futbol: El “PepTeam”, un equipo que en el aspecto individual, colectivo, técnico, táctico, estratégico y humano, va a ser muy difícil que le salga un competidor similar en la historia. Cuantos títulos quedan todavía por venir?. La recogida de trofeos hasta la fecha es… INSULTANTE, como su futbol.








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