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miércoles, 25 de enero de 2012

ESTILO DE LIDERAZGO 7. Funciones del entrenador de fútbol



7.1. Tareas generales

*   Dar a cada jugador el puesto más adecuado a sus características. El fútbol es un deporte de especialistas. Un equipo es como un coche: si ponemos nuestro mejor freno, nuestras mejores ruedas, nuestro mejor motor, etc., y cada cosa en su sitio, tendremos el mejor coche que podamos fabricar. Es función del entrenador distribuir las piezas de nuestro equipo en los puestos más apropiados para el máximo rendimiento y entrenarlos en esas posiciones.



*      Elegir a los mejores de la plantilla. Complementa a lo anterior. Poniendo a los mejores en cada momento tendré el mejor equipo posible. Pero el ser los mejores también implica conocer a los jugadores que son buenos y hacen bueno al equipo.



*      Entrenamiento táctico. El entrenador desarrolla un sistema de juego, un estilo, y esto debe ser entrenado para llegar a una completa asimilación. El entrenamiento táctico colectivo es fundamental para establecer los roles y comportamientos de cada jugador dentro del sistema utilizado. Pero también es muy importante el trabajo grupal, en grupos reducidos (por ejemplo por líneas), para una posterior integración. De esta manera se puede prestar más atención al individuo, lo que refuerza su trabajo al realizar un seguimiento más personalizado.



*      Entrenamiento técnico. En profesionales es más difícil mejorarlo, aunque hay que trabajarlo para mantener las sensaciones. Si un músico trabaja constantemente con su instrumento, de igual manera un futbolista lo hará con el suyo: el balón. En cambio en escalafones inferiores será uno de los objetivos principales a conseguir.



*      Entrenamiento teórico. El entrenador explicará su sistema de juego, qué quiere de los jugadores, cuál es su filosofía de juego, etc. Además aprovechará para explicar en qué consiste el juego, qué es para él jugar bien; es decir, dónde regatear, en qué zona del campo cambiar de ritmo, dónde jugar con calma...



*      Preparación física. Esta faceta se coordinará con el preparador físico que debe ser el principal responsable de este aspecto.



*      Preparación psicológica. Si el equipo tiene psicólogo, este trabajo será coordinado con él. Pero si no lo tiene, el entrenador ejerce un importante papel, ayudando a preparar el partido psicológicamente durante la semana. Muchos equipos parecen impregnados de la personalidad de su técnico. Esto es porque logra llegar a los jugadores. Para ello es necesario poseer ciertos conocimientos de psicología deportiva. Tres aspectos son básicos en un entrenador para “hacerse con el vestuario”: saber comunicar, para lo que hay que tratar de ayudar siempre, ser claro, mostrar credibilidad, buscar soluciones a los errores, respetar al jugador, etc.; saber motivar, estableciendo objetivos realizables, reforzando la satisfacción por la tarea realizada, utilizando feedbacks positivos y aportando soluciones ante los negativos, etc; dar cohesión al grupo, estimulando la identidad del equipo, evitando la formación de subgrupos, explicando el papel de cada uno en el éxito del grupo, etc.



*      Evaluar los resultados. No me refiero a los resultados de los partidos, sino del trabajo realizado; qué se hace bien, qué mal, en qué se falla, por qué, etc. El entrenador debe ser capaz de encontrar las causas y desarrollar estrategias correctivas tanto a nivel individual como colectivo, detectando y corrigiendo los errores de funcionamiento del equipo y proponiendo distintas alternativas o variantes ante determinadas circunstancias. Es muy importante identificar y reforzar aquellas actuaciones que se realizan correctamente para que se siga haciendo.



*      Exigir máxima concentración. Sin la concentración adecuada es imposible progresar en el juego. Es labor del entrenador exigir esta concentración a los jugadores para sacar el máximo rendimiento posible al entrenamiento y a la competición.



*      Interesarse por el jugador como persona. Esto es lo que muchos llaman trato humano. El entrenador debe ser algo más que un jefe. Debe interesarse por los posibles problemas personales de sus jugadores y tratar de ayudarles en todo lo posible. Es importante interesarse por su futuro, por su estado anímico, etc. Además esto generará una relación más sana y dará lugar a una mayor aceptación y respeto al entrenador por parte de la plantilla.






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